Cuentos, Pinturas y dibujos, Poemas,Obras de teatro, Fotos, Otros

LA CANCIÓN DEL VIENTO


La vida real y la fantasía de entremezclan formando un mundo fantasmagórico de seres que fueron y que son, pero que siempre nos acompañan, formando una ronda de locos, poetas y malabaristas, alineándose en una procesión interminable. Una ronda alrededor del  obelisco que, pronto a partir hacia la extratósfera, se ilumina con mil luces de neón que se repiten a cada paso, en cada esquina, en cada bache. Que amamos y reverenciamos porque es parte de nuestra existencia. Y entonces comprendemos por que somos. Pero sopla el viento de la vida y arrastra nuestras penas y se va por la calle Corrientes, silbando quedamente su canción, mientras nosotros seguimos, yira que te yira, en busca de un acorde sin final.





UNA HISTORIA REAL


UNA HISTORIA REAL


“Perdón, doctor, en esa sala hay tres alumnos a los que todavía no le tomaron examen”
“¡No puede ser el examen ya terminó!”
“Por favor doctor…”
“Hum… voy a ver…”
El hombre llegó a la sala donde estábamos los tres cada vez más nerviosos esperando que alguien nos interrogara.
Por suerte, cuando Mirta abordó al primer profesor que vio, la acertó con un buen tipo.
Nos tomó preguntando la patología que tenía el paciente que nos había tocado y finalmente nos aprobó a todos.
Cuando salimos de la sala de traumatología, última materia de nuestra carrera, reboleé por el aire el portafolios que me había acompañado durante más de siete años. Era el 15 de Diciembre de 1973.
A partir de ese momento pasábamos a ser, de un estudiante avanzado, un medicucho recién recibido.

Ha pasado mucha agua bajo el puente. Muchas cosas buenas y malas. Pero el barco siguió navegando y hoy se desliza por las aguas tranquilas que nos da la experiencia.


DISQUISICIONES DE UN SEXAGENARIO III
Alberto Colonna
Febrero, 2011


Estoy próximo a cumplir los 62 y me han ocurrido cosas, situaciones, que me han golpeado. No por lo que ellas en si significan sino por la sorpresa de no esperar que las mismas ocurrieran.
Por una cuestión político económica todas las personas se jubilan a los 65 años. ¿Por que? Porque no se puede establecer cuando el ser humano comienza a flaquear en puntos vitales para la sociedad y es necesario que “entregue la posta”.
La vida es una escalera, cada año es un peldaño que vamos subiendo hasta el final de la misma, no importa cuando, es lo menos importante… pero ya les hablaré de eso.
No es lo mismo a los 62 que a los 61. Se supone que en el transcurrir del año he aprendido, he incorporado nuevos conocimientos y experiencias, así como también he sumado limitaciones, mínimas, pequeñas, imperceptibles, pero reales.
Uno es conciente que no conduce como lo hacía hace 30 años atrás, que no retiene las cosas con la facilidad con que lo hacía, que se cansa mucho más, que se ha vuelto más sensible y lo golpean mucho más cosas que hace un tiempo atrás le resbalaban. También es conciente que está más pausado, no se arrebata ni se equivoca con la facilidad con que lo hacía, disfruta más de las cosas que hace, la experiencia sumada le permite enfrentar desafíos que hoy le resultan simples y antes eran todo un mundo.
Claro, las fechas son relativas. Pero pongámosno de acuerdo en que los sesenta es una edad en la cual uno ya llega cansado de trabajar, harto de soportar las mismas preguntas absurdas, los mismos conflictos que debieran ser conocidos y para algunos se les presentan como grandes novedades. Es una edad en la que, si ha hecho bien las cosas o  ha tenido suerte, todavía está entero para disfrutar de los otros placeres, de otros caminos que posiblemente durante su tiempo activo no pudo recorrer.
Nos están sobrando cinco que son las reglas del juego. Pero punto. Cinco más y nada más. Lo que nos queda es un camino corto y hay mucho por recorrer.
Por otra parte, siempre lo digo: “Cuando uno “chochea” no se da cuenta”. ¿A que vamos a esperar? ¿A que nos descarten por inservible o peligroso? Porque eso es lo peor. La persistencia en la continuidad de la vida que no nos corresponde comienza a ser peligrosa para el resto de los que nos rodean. La edad nos debe dar esa cuota de responsabilidad. “El necio nunca aprende, el inteligente aprende de sus errores, el sabio aprende de los errores de los demás”, dice el viejo adagio.
El problema surge cuando alguien es tan poco capaz que ha aprendido una sola cosa. Solo sabe moverse en un espacio y si se lo quitan se desespera. Los estadounidenses, que son muy prácticos, (es cierto viven otra realidad socioeconómica lo que lo hace más fácil) dicen que unos cuantos años antes hay que ir preparando el retiro. Lenta, pero progresivamente hay que ir delegando actividades y esos espacios irlos cubriendo con otras ocupaciones, de tal forma que cuando llegue el tiempo del retiro, de alguna manera uno ya esté en otra cosa y no note la diferencia.
Estos 62 años me han enseñado que no existe nada mejor ni peor. Cada uno tiene un gusto diferente, una manera de vivir distinta, una forma de aprovechar el tiempo personal. Lo que le gusta a cada uno es lo mejor. Y lo que no le gusta no sirve.
Hay reglas, que los años han enseñado. Reglas de salud. Alterarlas forma parte, justamente de esa incapacidad de crecer, de transcurrir la vida absurdamente. Nada asegura nada, pero se supone, que dan más posibilidades.
¿Posibilidades de alargar la vida? En lo personal no me interesa. La vida no es un don. Es un castigo por el tremendo acto de egoísmo que llevamos a cabo los padres lanzando a alguien a un mundo que no le ofrece ninguna garantía.
La vida es un don preciado. Mentira.
La vida es algo que no he llegado a entender, por lo menos hasta el tiempo que llevo vivido, y me da la sensación que cuando la película se acabe va a ser como esos films que dejan el final abierto. Te quedás con las ganas de saber que pasa.
Pero honestamente no me interesa.
Ya estuve cerca de la muerte y me dio lo mismo.
Allí aprendí que no me queda otra que vivir y es bastante estúpido hacerlo mal.
Cada día a enfrentar hay que tratar de disfrutarlo.
Bueno sería que todos lo entendieran. Porque muchas veces el entorno es quien no te lo permite.
Hay una frase, que no sé a quien pertenece pero me gusta, que dice: “La vida es simple, es el hombre quien la complica”.
No creo que haya que ser un lama para disfrutar la vida, aunque hay que aprender a pensar lo más parecido posible. Tengo lo que tengo. Soy lo que soy. Haré lo que pueda y hasta donde pueda (física y temporalmente).
En algún momento me van a quedar muchísimas cosas por hacer, cantidad de sueños por cumplir. ¿Por qué desesperarme por uno de los tantos que hoy no puedo alcanzar? Hay otros, más simples, más realizables.
En una película que vi, no hace mucho tiempo, el protagonista planteaba que los ignorantes eran mucho más felices, lo que el interlocutor más viejo aceptó pero le dijo: “prefiero el padecimiento del conocimiento a la felicidad de la ignorancia”.
La sabiduría no pasa por saber mucho, sino en llegar a comprender que siempre es poco. El saber del mundo es tan grande (e inestable) que es imposible llegar a abarcarlo completamente. La humildad es un signo de que se ha comprendido lo pequeño que somos.
El recordar muchas cosas no es más que la demostración de una buena memoria. Hay organismos que tienen esa facilidad. Sin embargo es posible que sea mucho más inteligente aquel que razona lo poco que recuerda, recurre a las informaciones y aplica su experiencia, que aquel que utiliza palabras, citas, nombres, grandilocuentes pero continúa cometiendo los mismos errores una y otra vez, convencido de que es un superdotado.
He recorrido un largo camino. He aprendido a respetar y querer a todos. No tengo rencores. No sé tenerlos. No tengo grandes ambiciones. Lo único que pretendo es vivir en paz y feliz. ¡Poca cosa!
Hay muchos temas que quisiera tocar. Entre las limitaciones de la edad está la desconcentración. Ahora se me escapan. Tal vez escriba una cuarta versión (La segunda nunca la envié). Veremos. En este momento no sé por qué me viene a la memoria un poema que tengo guardado de Miguel Hernández, que dice:

QUISE SER… ¿PARA QUÉ?... QUISE LLEGAR GOZOSO
AL CENTRO DE LA ESFERA DE TODO LO QUE EXISTE.
QUISE LLEVAR LA RISA COMO LO MÁS HERMOSO.
HE MUERTO SONRIENDO SERENAMENTE TRISTE.


Nota: A esta altura de mi vida he llegado a los 64 y me quedan meses apenas para la jubilación. Nada ha cambiado. Sigo pensando lo mismo, por lo que publicarlo ahora tiene el mismo valor que hace apenas dos añitos.

DISQUISICIONES DE UN SEXAGENARIO



DISQUISICIONES DE UN SEXAGENARIO

No son más que las ideas locas de un jovato sexagenario…
No tienen por qué ser verdad… pero también podrían serlo…
He descubierto que la vida es notablemente parecida a un video juego.
Simplemente elegís un personaje y te disponés a superar
dificultades para dirigirte hacia algún lugar que no sabés
específicamente como es o en que consiste.
Con cada escollo que salvás o cada nivel que subís ganas puntos y te ponés feliz.
Pero enseguida tenés que continuar.
A veces algo te sorprende por el camino y… “GAME OVER”,
quedaste afuera.
Otras veces conseguís llegar hasta el final y cuando lográs
hacer el último movimiento no te dan ningún premio, no te
ponen una corona de laureles o te victorean triunfador.
Simplemente se acabó… Eso fue todo…
No sé si luego se iniciará otro juego… tal vez…
Cada quien tiene el derecho a pensar o creer lo que le venga en ganas.
Nadie ha vuelto para contarnos lo que sucede.
Pero lo que si es cierto es que mientras nos toca jugar
debemos disfrutar del juego.
Cada puntito que sumamos, cada obstáculo que vencemos es una porción de esa
felicidad que todos perseguimos.
Cuando nos toque dejar los controles lo único seguro
que nos llevaremos es haberla pasado bien.
El haber vivido con entusiasmo cada momento.
Y nada más…
Probablemente no es más que una tontería que imaginé
jugando con mi hijo… Probablemente no es más que eso…
A mi me sirve…
Les deseo que disfruten del tiempo por venir y que sean

muy pero muy felices.

PAYADA

PAYADA
 
Vaya mi verso florido
Que me surge en este instante
Les estoy agradecido
Por ser buenos y aceptarme
Prometo cumplir las normas
Que habéis establecido
Y aunque aquí ya son las doce
Y estoy ya medio dormido
Voy a hacer mi recorrido
Saludando a todo el mundo
Y aunque el dedo se haga un nudo
Voy a seguir mi trabajo
De manera de ir derecho
y no ligar un semáforo.
Un saludo para todos
Y me voy a dormir.
No rima pero es la verdad

Lo juro.
PACO2013

¡IDOS A CAGAR!

IDOS A CAGAR

Expresó con furia luego de apagar el ordenador violentamente.
Había “tirado” currículos para todos los rincones del planeta y no había obtenido ninguna respuesta.
Eh… Bueno… A decir verdad ninguna respuesta satisfactoria.
Había respondido cientos de cuestionarios.
Había demostrado su capacidad luego de realizar un millón de pruebas.
Los pocos que se habían conectado con él le preguntaban cuanto quería ganar.
Necesitaba ese trabajo así que pedía la mitad de lo que habitualmente se pagaba en su actividad y siempre había alguien que se ofrecía por menos, y aunque no tuviera el legajo que él poseía se lo daban al otro porque era más barato.
No hablemos de los que tenían el apoyo de alguien importante.
Recurrió a suplicar, a pedir por favor y en última instancia a preguntar la razón de por qué no le daban el trabajo.
¿Alguien le respondió? ¿En que siglo vivís? A nadie le importa un pito del otro.
La educación y las buenas costumbres están pasadas de moda.
Cero, nada, ni por si o por no, mucho menos dando razones que le podrían haber servido para mejorar sus ofrecimientos.
Responder, ser, al menos, amable o mínimamente educado. Pero ¡Qué estoy diciendo! ¡Pedazo de hijos de ….!
Comprendió que estaba solo, que todas esas hermosas palabritas que muchos le arrojaban por Internet o por cualquier otro medio no era más que una burda mentira, un juego hipócrita de aquellos que se llenaban la boca con frases grandilocuentes que los hacía sentir orgullosos e importantes, pero que a la hora de los “bollos” ¡joderse amigo!
Tomó el arma que tenía guardada en el cajón de la alacena y salió a la calle.
Al primer infeliz que encontró le metió el caño en la nuca y le ordenó que le diera todo lo que tenía.
El pobre desgraciado era un desocupado como el y lo único que tenía en sus faltriqueras era hambre.
Sacudió la cabeza y dejó de imaginar cosas.
Se levantó lentamente. Se dirigió al balcón de su pequeño departamento y, como si tomara impulso para un salto triple, grito, haciendo bocina con sus manos: 
¡IDOS A LA MIERDAAAAA!

Y sin agregar una palabra se sentó a mirar televisión.

Alberto O. Colonna
Setiembre de 2013

RECUERDOS


Y yo te dije te quiero
Y tu dijiste te amo
Y fuimos por la alameda
Tomaditos de la mano

Lucías como una reina
Con tu pelo ensortijado
Las hojas besan tus pies
Y te canta el verde prado

Corté una flor, te la di,
para adornar tu cabello
Miré tus ojos y el aire,
el aire… se volvió cielo.

El tiempo te arrebató,
Hoy me acunan los silencios.
Quisiera volverte a ver...
Pero yo sé que no puedo.

Camino por la alameda,
Ahora voy andando lento.
Debo volver, me reclaman,
el sol ya se está poniendo.
Alberto Osvaldo Colonna
Foto: Mirta E. Castillo

NOCHE SIN LUNA

Noche sin luna

La noche no tiene luna
Sobre las aguas del rio.
Corren las sombras calladas
Con el aire del estío.

Y entonces te vi llegar,
Y el aire de ti traía
aromas de rosas nuevas,
de rosas y no de espinas

Me acariciaste y el tiempo
fue una torcaz que partía,
el fuego ardió entre mis manos
alimentando la vida.

Sentí tus besos ardientes,
junté tu boca a la mía,
y yo te mordí los labios
al curvarte cual espiga

Y bebí todas tus ansias,
y me perdí en desvaríos.
¡Hay luna para que quiero

que me mires desde el rio!

PUERTOS

PUERTOS


Se selló la grieta oscura del silencio
La noche envolvió los sentimientos
El barco del alcohol marcó la herida
Que se abrió sin sentirlo en otro puerto

Voló con las alas ya quebradas
La nieve le pesaba y el esfuerzo
dejó una estela que se fue enanchando
Con los viejos rencores de los tiempos

Azules y ocres se juntaron
Oliendo al azufre de las maravillas
Rota la cuerda se quedó marcada
La ruta que recorta el cieno de la vida

Garras de hielo sobre la mirada
Que rasguñan el todo en un momento
Corazones y tripas destempladas
Luchas marcadas con el viejo fuego

Finalmente el cuerpo se ha aquietado
El mundo del absurdo sigue siendo
Los barcos son pájaros que vuelan

El mar no existe… Todo ha muerto.

DALTONISMO


Conversando con mi secretaria se nos ocurrió pensar que pasaría si en esas películas de suspenso donde hay que desactivar una bomba el que tiene que cortar los cables tiene dificultades con la visión de los colores. La verdad sería interesante ver como se las arregla.